El furor patrio que ha surgido repentinamente ha sido provocado por ese instrumento del que se emplean distintos gobiernos que es el fútbol para llevarnos hacia un lado o hacia otro creyendo que es idea nuestra.
Entre eso y las fiestas nos hemos convertido de la noche a la mañana en fanáticos patriotas dispuestos a acabar con cualquiera que no pertenezca al país.
Mañana saldrá otra moda y todos a seguirla. Es la muestra de la sumisión humana y del fácil manejo que disponemos. Y siempre estaremos bailando al son que nos digan por que lo más fácil de este gran baile es dejarse llevar.
A seguir disfrutando de las fiestas que ya se acabó el fútbol.
1 comentario:
Gregarismo puro y duro. No me extraña que un tal Hitler ganase unas elecciones. Bocata, litrona, banderita y a vivir, que son dos días. Un saludo. Manzacosas
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