No es el único, por los alrededores parasitan caravanas, remolques y demás vehículos abandonados o semiabandonados que nadie retira de la circulación.
Entre este tipo de trastos ocupando plazas y los coches en venta que hay por toda la ciudad se van muchas plazas de aparcamiento al garete.
Por lo menos está bien aparcada no como tantos y tantos vehículos que vemos estos días campeando por aceras, jardines, vados y donde apetezca con la excusa de que son las fiestas y todo vale.
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