Característicos son esos pinchos de hormigón que amenazan a cualquier paracaidista despistado que ose caer por estas tierras. Y el mazacote de hormigón subido sobre dos columnas hace temblar a los conductores los días de fuerte viento (como ayer).
Lo bueno que tiene esta aberración es que tapa al carrefur. Lastima que Pablo Motos haya dejado de volar rotondas con esculturas feas en su programa que si no...
P.D.: Esta foto está hecha desde el banco del post anterior (el de la poesia grabada)
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